A menos de una semana para la inauguración oficial del Estadio Johan Cruyff, me pregunto qué le parecería al genio holandés que la cancha que lleva su nombre vaya a ser conocida en el mundo gracias al Barcelona femenino.
Aunque allí también jugarán el Barça B y el Juvenil A masculinos, serán las mujeres las que popularizarán el estadio que homenajea al Profeta en sus partidos de la Liga de Campeones y en la cada vez más seguida Primera División femenina, la ahora denominada Primera Iberdrola.
Referente mundial del fútbol con independencia de género, la figura de Cruyff está ligada, sin embargo, al primer equipo masculino y a La Masia, famosa por alumbrar a grandes deportistas varones. Las niñas que asimismo se forman en el vivero azulgrana siguen pasando desapercibidas. Quizás en el futuro también eso cambie.
Desconozco si al Holandés Volador le interesaba el fútbol jugado por mujeres o si tenía alguna opinión formada al respecto. De las muchas frases que Cruyff dejó para los anales del fútbol, no recuerdo ninguna que se refiriera a las futbolistas. Tampoco la encuentro en ninguno de los muchos anecdotarios que recogen sus genialidades.
La mayoría, en realidad, son generalidades sobre el propio deporte, igual de válidas cuando lo juegan hombres que cuando lo hacen mujeres.
Como muestra, un botón: “Jugar al fútbol es muy sencillo, pero jugar un fútbol sencillo es la cosa más difícil que hay”.
En el último lustro, el Barcelona femenino ha intentado abrazar esa máxima para escalar posiciones en el creciente mercado futbolístico de las mujeres. Y no le ha ido mal: dos Ligas (2013-14 y 2014-15), tres Copas de la Reina (2013-14 , 2016-17, 2017-18) y una -la primera en su historia- final de Champions, perdida este año ante el Olympique de Lyon.
Las azulgrana esperaban más en la competición doméstica. Pero el Atlético de Madrid también se profesionalizó en 2016 -el Barcelona lo hizo en 2015- y, en una serie fabulosa, encadenó las últimas tres Ligas, a las que sumó la Copa de la Reina de la temporada 2015-16.
Contar con una nueva cancha, más moderna y con vestuario propio, no garantiza mayor rendimiento ni mejores resultados. Pero no es descartable que, como hogar propio que será, se convierta en una nueva arma para las azulgrana. En cualquier caso, contribuye a reforzar la apuesta del Barcelona por su equipo femenino.
“Inauguramos un estadio donde la igualdad es ley”, asegura uno de los eslóganes con los que la entidad catalana publicita estos días el próximo estreno.
Es una buena declaración de intenciones, que deberá convertirse en realidad. En el Barcelona y en el mundo, la igualdad está aún lejos de ser ley para las futbolistas, que en el caso español siguen luchando por lograr un convenio colectivo que les garantice un sueldo mínimo. Sin él, la dedicación exclusiva es casi imposible, el amateurismo, la norma.
Por fortuna para ellas, muchas de las jugadoras azulgrana ya cobran ese mínimo exigible y algunas hasta lo superan con cierta holgura porque la profesionalización de la sección atrajo a patrocinadores justo en el momento en el que mercado femenino del fútbol empezaba a intuir un despegue que hoy es ya una realidad.
Tampoco sé qué pensaría de esto Cruyff, que en la década del 90 se quejó de lo mucho que, según él, el Barcelona pagaba a Jose Montero, una de las estrellas del equipo azulgrana de baloncesto.
Las malas lenguas decían que al holandés le molestaba profundamente que el club invirtiera en secciones que atraían mucho menos público que su Dream Team.
Pero ésa, precisamente, fue una de las características que siempre distinguió al club azulgrana, el carácter polideportivo, que aumentó su leyenda y medio salvó temporadas cuando las vacas flacas imperaban en el fútbol (masculino).
Pensar que Cruyff renegaría hoy por el dinero que el Barcelona invierte en el equipo femenino y, por tanto, no va al masculino es una especulación sin mayor fundamento. Como lo es también el creer que El Profeta se adaptaría a los nuevos tiempos, seguiría el ejemplo de otros ilustres y contribuiría con su autorizada voz a luchar por que las mujeres puedan jugar al fútbol en igualdad de condiciones.
Pero prefiero quedarme con esto último, si se trata de especular. Y convertir al femenino otra de las célebres frases del genio, que aplica perfectamente a lo que sucederá el 8 de septiembre cuando las azulgrana estrenen la nueva liga y el Estadio Johan Cruyff ante el Tacón: “Cuando salgáis al campo mirad la grada y pensad que todo eso lo han hecho para vosotras. Así que salid al campo y disfrutad”.
*PH foto de portada: Germán Parga/FC Barcelona
Hola Noelia
Gracias por tus aportaciones al fútbol femenino. No tengo redes sociales, así que tan solo te escribo para hacerte un comentario.
Justo el Estadi Johan Cruyff es de los pocos en el que da gusto ver por tv un partido, algo parecido sucede con el del EDF Logroño, pero que no ocurre en la mayoría de campos de la Liga Iberdrola. Me refiero a la situación de la cámara que retransmite el partido, excesivamente baja.
Entiendo que campos en los que no es posible situar la cámara en un lugar más elevado, pero en otros podrían arreglarlo, por ejemplo el estadio donde juega el Tacón.
Gracias por leer mi comentario.
Saludos desde Barcelona
Muchas gracias a usted, Jaume, por seguir mi blog y por su comentario. En mi opinión, las retransmisiones deportivas, en general, están teniendo ciertos problemas de realización. Quizá sea, como usted dice, por una cuestión de ubicación de la cámara, no lo sé. No he estado nunca en la cancha del Tacón, pero sí en el Johan Cruyff y, efectivamente, allí las cámaras están en la parte alta. Al margen de eso, el Johan Cruyff es un estupendo estadio y ojalá sirva de referencia para otros clubs, cuando decidan mejorar las condiciones de sus equipos femeninos.
¡Un saludo!